Se formó con Alejandro Kuropatwa, Martin Weber y Alberto Goldenstein y en workshops como el de fotografía contemporánea de Malba-Jumex, dictado por Pablo Vargas Lugo. Participó de la residencia Intercampos, dictada por Victoria Noorthoorn, Dino Bruzzone y Patricia Hakim.
Entre sus muestras más destacadas se encuentran: Lo invisible, (Galería Ungallery, Buenos Aires, Argentina, 2019); El sentido de un comienzo (Galería Enlace, Lima, Perú, 2018); Geometrías derivadas (CCK, curaduría Massimo Scaringella, Buenos Aires, Argentina, 2018); Volúmenes del vacío (Galería Praxis, Buenos Aires, Argentina, 2016); Todo lo que ha existido perdurará en la eternidad (Galería Dot Fiftyone, Miami, USA, 2016); El umbral invisible: donde los finales se vuelven comienzo (Centro Cultural Recoleta, curada por Gabriela Urtiaga, Buenos Aires, Argentina, 2015).
Participó de muestras colectivas entre las que se destacan: 14th Bienal de Curitiba 2019 , Brazil. Relazioni estetiche (Villam, Reggia di Caserta, Italia, 2018, curada por Massimo Scaringella); Enigma da visão (Museu de Arte Cascavel, Cascavel, Brasil, 2018, curada por Massimo Scaringella y Luiz Carlos Brugnera); Ficciones de un tiempo infinito (CCK, Buenos Aires, Argentina, 2016), Huella (Parque de los Laberintos, Tecnópolis, 2016). Haussmannization, Galería Dot Fiftyone, Miami, USA (2014); Argentina en México (Museo MACAY, Mérida, 2013), Oxímoron (Fundación Proa, curaduría Daniel Molina, 2012).
En 2011 recibió una beca del Fondo Nacional de las Artes y una Mención del Jurado en el Salón Nacional de Fotografía. También ganó el 2do premio en la Tercera Bienal de fotografía de la Fundación Arte x Arte; en 2015 recibió la Medalla de Oro por una instalación en Casa Foa, realizada en conjunto con el Estudio Martín Zanotti, y en 2010 obtuvo el 3er premio del Banco Itaú, Buenos Aires, Argentina.
En el 2019 publicó Transversal, su primer libro de obra, en colaboración con el escritor y ensayista argentino Marcelo Cohen.
En la evolución de la obra, deconstruyo y reconstruyo mi percepción del mundo a través de la arquitectura urbana, tanto en su aspecto más material como en el humano. Encuentro en la arquitectura la síntesis de una búsqueda: el ícono de una cultura y, según el caso, de innovación o de decadencia social. La arquitectura de la vida como objeto cotidiano es por lo tanto la llave de los giros mi trabajo. Mi fotografía se relaciona con lo onírico, nos induce a soñar con los territorios y espacios que habitamos. Las construcciones se sondean como las cavidades ocultas de un cuerpo, del que emerge un mundo íntimo: el paisaje interior de las edificaciones. Me interesa lo espectral en lo sólido, el vacío en lo lleno, lo abstracto que se esconde en lo muy concreto. Al prescindir de toda aparición de la figura humana, queda al desnudo la propia morfología del espacio arquitectónico. Por eso el énfasis que encuentro en los trayectos, lugares de pasaje y la proliferación de escaleras: meros instrumentos para desestabilizar los espacios y desatar la imaginación.